Arq. Carlos Molins


La biografía de Alberto Reborati, narra que siendo estudiante de la Facultad de Matemáticas (Ingeniería y Arquitectura en la época) trabajó como ayudante del Arq. y constructor Leopoldo Tosí, empresa en la que seguramente obtuvo un valioso know how..
Del trabajo de Tosi, quedan  importantes muestras en las calles de Montevideo, como el edificio Pablo Ferrando en la peatonal Sarandí, o el remozado Hotel Cervantes.
Sin embargo, Reborati, dejó sus estudios, pasando a trabajar como dibujante en la Intendencia de Montevideo.
Paralelalamente realizaba proyectos de construcción con diversos contratistas. En esa época no se requería título universitario, sino simplemente ser declarado idóneo.
Sin duda ya tempranamente sus dotes eran reconocidos. Por ejemplo Vaz Ferreira le encarga en 1918 el proyecto de su casa quinta en el Prado.
En 1921 Reborati se asocia con Ramón Bello, que tampoco era arquitecto, y juntos inician su exitosa empresa.
En 1925, se hace necesario que un arquitecto o ingeniero firmen los proyectos presentados ante el municipio como requisito indispensable para su realización.
Para ese entonces la empresa ya había contratado colaboradores para seguir de cerca la dirección de las diversas obras.
No hay que olvidar que en promedio entregaban una casa por semana, y en los momentos de mayor esplendor de Bello y Reborati, su planilla  reunía a 2.000 personas.
Entre ellos se contaron lógicamente arquitectos e ingenieros cuya identidad luego del incendio de los archivos de la firma en 1970, se ha vuelto difícil establecer.
Hubo uno sin embargo, que se encargó desde 1925 de hacerse responsable, y sin duda también colaborar de los proyectos de la empresa.  Fue el Arq. Carlos Molins.


Del trabajo de Molins, también han quedado muestras en las calles de Pocitos. La foto que inicia este artículo y la de más abajo, corresponden a una casa que puede verse en la calle Ellauri entre Avda. Brasil y Cavia. Se trata de una casa sobria, de líneas puras y excelentemente proporcionadas.


Por la época, y seguramente también por la colaboración con Bello y Reborati, la casa tiene un aire que la emparenta claramente con las de la constructora.

Lo mismo puede decirse de la serie que sigue, ubicada en la calle Sucre desde la esquina con Luis B. Cavia.




Molins firma esta serie de cuatro casas, muy parecidas, que a lo largo del tiempo han acentuado sus diferencias por la pintura y revestimientos.



También lleva el sello de Molins esta casa con frente a la calle Cavia.

Fotos: Minnie