En esta oportunidad, es apenas una pintura aplicada con discreción y buen gusto, la que aparta a la casa de su aspecto original.
Por supuesto, además de la hoy imprescindible reja, para paliar las intrusiones.
El balcón de líneas curvas con un lindo trabajo a cargo del forjador se encarga de romper el predominio de las líneas rectas y las aristas.
Fotos Minnie