El racionalismo, no da oportunidades manifiestas para la significación del proyectista, y peor si la obra no fue adecuadamente mantenida y terminó desfigurándose.
Tal parece ser el caso de esta construcción esquina de la que nos alerta nuestra atenta colaboradora Ronit K.
Seguramente si el sello de nuestros constructores no estuviera estampado en el chaflán, nadie supondría que fuera su creación.
Se trata en realidad de dos viviendas una en el primer nivel, y otra en el segundo, ambas con entrada por la calle Durazno. Hay que recordar que en la época que construyó Bello y Reborati, no existía la propiedad horizontal, de manera que sus edificios plurifamiliares eran de renta, o una unidad para el propietario y las demás de renta.
En este caso, la familia del segundo nivel, decidió pintar su parte de celeste, mientras que la vivienda del primer nivel continúa mostrando la fachada original en imitación.
Esta diversidad de color y textura acentúa el diferente tratamiento que el proyectista dio al primer y segundo nivel, éste último de franco estilo náutico.
Gracias Ronit
Fotos Minnie
